¿Te imaginas tener un dolor tan intenso que te impida realizar tus actividades diarias? ¿Y si ese dolor no tuviera una causa aparente y se extendiera por todo tu cuerpo? Esto es lo que sufren las personas que padecen el síndrome de dolor miofascial, una condición que afecta a los músculos y que se caracteriza por la presencia de puntos sensibles o dolorosos llamados «puntos gatillo».
Estos puntos se localizan en bandas tensas de fibras musculares y pueden provocar dolor tanto en el músculo afectado como en otras partes del cuerpo. Este fenómeno se conoce como «dolor referido» y puede dificultar el diagnóstico del problema.
¿Cuáles son los síntomas del dolor miofascial?
El síndrome de dolor miofascial puede tener diversas causas, por lo que no se puede señalar una sola posibilidad. Algunas de las más comunes son la que mencionamos a continuación:
- Lesiones musculares
- Movimientos repetitivos.
- Mala postura
- Estrés.
- Ansiedad.
El dolor suele ser intenso, profundo y persistente, y puede interferir con la calidad de vida de las personas que lo padecen. Además, puede afectar a cualquier músculo del cuerpo, aunque algunos de los más comunes son los del cuello, la espalda, los hombros y las extremidades.
¿Cuáles son los tratamientos más comunes para combatir el dolor miofascial?
El tratamiento del síndrome de dolor miofascial se basa en aliviar la tensión y el dolor de los puntos gatillo, así como en prevenir su reaparición. Para ello, se pueden emplear diferentes opciones, como medicamentos, inyecciones, fisioterapia o técnicas de relajación.
A continuación, te explicamos en qué consisten cada una de ellas y cómo pueden ayudarte a mejorar tu salud muscular.
Medicamentos
Los medicamentos que se utilizan para el síndrome de dolor miofascial tienen como objetivo reducir la inflamación, el espasmo y el dolor muscular. Entre ellos se encuentran los analgésicos, los antiinflamatorios, los antidepresivos y los sedantes.
Inyecciones
Las inyecciones en los puntos gatillo son una forma de tratamiento que consiste en introducir una aguja con una sustancia dentro del músculo afectado. Puede ser un anestésico local, un corticoide o también, una solución salina.
Fisioterapia
La fisioterapia es una disciplina que se ocupa de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las alteraciones musculoesqueléticas. Puede ofrecer diversas técnicas para mejorar la función y el bienestar muscular como:
- Estiramientos
- Masajes
- Calor
Técnicas de relajación
En cuanto a las técnicas de relajación, se trata de métodos que se emplean para reducir el estrés, la ansiedad y la tensión muscular. Estas emociones negativas pueden contribuir al desarrollo y al mantenimiento del síndrome de dolor miofascial. Algunas de las más comunes son:
- Respiración profunda
- Meditación
- Yoga
Como conclusión, podemos decir que el síndrome de dolor miofascial es una condición que puede afectar a cualquier persona y que puede tener un impacto negativo en la calidad de vida de quien lo padece.
Sin embargo, existen diferentes opciones de tratamiento que pueden ayudar a aliviar el dolor y a mejorar el funcionamiento muscular. Lo más importante es agendar una hora con Mejora tu Dolor ante cualquier síntoma y seguir sus recomendaciones. Así, podrás recuperar tu salud y tu bienestar.
