¿Sabías que existe la «Ley N° 21.531 de fibromialgia y dolor crónico» que visibiliza los derechos de quienes padecen de este tipo de dolencias? Se trata de una norma que fue publicada en el Diario Oficial el 10 de febrero de 2023 y que busca mejorar la calidad de vida de las personas con fibromialgia y dolores crónicos no oncológicos.
La fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por un dolor generalizado y persistente en todo el cuerpo, acompañado de otros síntomas como fatiga, insomnio, depresión y ansiedad. Los dolores crónicos no oncológicos son aquellos que duran más de tres meses y que no están relacionados con el cáncer, como la artritis, la migraña, la neuropatía o la lumbalgia. Estas condiciones afectan a millones de personas en el mundo y pueden limitar su capacidad para realizar sus actividades diarias, laborales y sociales.
La nueva ley reconoce que estas personas tienen derecho a una atención preferente y oportuna por parte de cualquier prestador de salud, a un diagnóstico temprano y preciso, a contar con los cuidados necesarios para favorecer su salud mental y física, y a acceder a información fácil y accesible sobre las causas, características y alternativas terapéuticas de su patología.
Conociendo los beneficios de la Ley N° 21.531
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: ¿Qué es la osteoartritis y por qué debemos cuidarnos?
Además, el Estado propiciará el acceso a medicamentos, fitofármacos, tratamientos, terapias físicas y psicológicas, rehabilitación, medicinas y fitoterapias complementarias y ayudas técnicas de manera oportuna y eficaz, en consideración a la edad y diagnóstico de la persona.
La ley también garantiza que toda persona con fibromialgia y/o dolores crónicos no oncológicos tenga acceso libre e igualitario al sistema previsional de salud y a su adecuada protección independiente del tratamiento médico elegido para paliar el dolor. Asimismo, establece que las licencias médicas que se otorguen por estas causas no podrán rechazarse por su solo diagnóstico, ni sujetarse a un procedimiento especial, particular o discriminatorio que afecte el normal proceso de tramitación.
Esta ley es un avance importante para visibilizar y proteger los derechos de las personas con fibromialgia y dolores crónicos no oncológicos, que muchas veces se sienten incomprendidas, estigmatizadas y discriminadas por su condición. Con esta ley se busca mejorar su calidad de vida, aliviar su sufrimiento y promover su integración social.
¿Qué es la fibromialgia y por qué es tan relevante en la Ley N° 21.531?
La fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por un dolor generalizado y persistente en todo el cuerpo, acompañado de otros síntomas como fatiga, insomnio, depresión y ansiedad.
La causa exacta de la fibromialgia es desconocida, pero se cree que está relacionada con una alteración del sistema nervioso central que hace que el cerebro procese el dolor de forma anormal. La fibromialgia afecta más a las mujeres que a los hombres y suele aparecer entre los 20 y los 50 años de edad. No tiene cura, pero se puede tratar con medicamentos, terapias y cambios en el estilo de vida.
Los dolores crónicos no oncológicos son aquellos que duran más de tres meses y que no están relacionados con el cáncer, como la artritis, la migraña, la neuropatía o la lumbalgia. La causa de estos dolores puede ser variada, desde una lesión, una infección, una inflamación o una enfermedad degenerativa, hasta factores psicológicos, emocionales o ambientales.
Los dolores crónicos no oncológicos pueden afectar a cualquier parte del cuerpo y a cualquier persona, independientemente de su edad o sexo. Al igual que la fibromialgia, no tienen cura, pero se pueden aliviar con diferentes tratamientos, según el tipo y la intensidad del dolor.
¿Qué es el dolor crónico?
El dolor crónico es aquel que persiste más allá del tiempo normal de curación de una lesión o enfermedad, o que se presenta sin una causa aparente. Se considera que un dolor es crónico cuando dura más de tres meses o cuando se repite con frecuencia.
El dolor crónico tiene múltiples causas, que pueden ser físicas, psicológicas, emocionales o ambientales. Algunos factores que pueden contribuir al desarrollo o mantenimiento del dolor crónico son:
- Una lesión, una infección, una inflamación o una enfermedad degenerativa que daña los tejidos o los nervios.
- Una alteración del sistema nervioso central que hace que el cerebro interprete los estímulos normales como dolorosos o que amplifique el dolor.
- Un desequilibrio de los neurotransmisores que regulan el estado de ánimo, el sueño y el estrés.
- Un estilo de vida sedentario, una mala alimentación, un consumo excesivo de alcohol o tabaco, o una falta de sueño o descanso.
- Unas creencias, actitudes o expectativas negativas sobre el dolor, que pueden generar ansiedad, depresión, miedo o frustración.
- Unas relaciones sociales, familiares o laborales conflictivas, que pueden generar aislamiento, soledad o estrés.
El dolor crónico es una condición compleja y multidimensional, que requiere una atención integral, multidisciplinaria y personalizada, que incluya no solo el manejo del dolor, sino también el apoyo psicológico, educativo y social.
Esperamos que hayas aprendido algo de la importancia de la Ley N° 21.531 de fibromialgia y dolor crónico y sus beneficios para las personas que sufren de estas condiciones. Esta ley es un avance significativo para visibilizar y proteger los derechos de estas personas, que muchas veces se sienten incomprendidas, estigmatizadas y discriminadas por su condición. Con esta ley se busca mejorar su calidad de vida, aliviar su sufrimiento y promover su integración social.