La hipertensión es una enfermedad silenciosa que afecta a millones de personas en el mundo. Pero, ¿Qué es, cómo se diagnostica y cómo se trata? Para quienes desconocen los pormenores de esta enfermedad, en Mejora tu Dolor informamos qué es la hipertensión causas y consecuencias, así como los síntomas, de qué forma se mide la presión arterial, y qué medidas se deben tomar para prevenirla y controlarla.
¿Qué es la hipertensión y por qué da?
La hipertensión o presión arterial alta, se manifiesta cuando la fuerza que mueve la sangre sobre las paredes de las arterias es muy alta. Esto daña los vasos sanguíneos y órganos importantes, como:
- El corazón.
- El cerebro.
- Los riñones.
La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se expresa con dos valores: el sistólico y el diastólico. El valor sistólico indica la presión máxima que se alcanza cuando el corazón se contrae y bombea la sangre. El valor diastólico indica la presión arterial baja o mínima que se registra cuando el corazón se relaja y se llena de sangre.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera que una persona tiene hipertensión cuando su presión arterial sistólica es igual o superior a 140 mmHg o su presión arterial diastólica es igual o superior a 90 mmHg. No obstante, estos valores pueden variar según la edad, el peso y otros factores de riesgo.
¿Cuáles son las causas de la hipertensión?
Las causas de la hipertensión pueden ser diversas, pero en la mayoría de los casos no se identifica una razón específica. Es aquí cuando se habla de la hipertensión arterial esencial o primaria. ¿Pero qué es la hipertensión arterial?
Para responder esta pregunta, es importante identificar algunos factores de riesgo de la hipertensión arterial que pueden contribuir a desarrollar esta forma de hipertensión como por ejemplo:
- La edad: la presión arterial normal por edad suele aumentar con el paso de los años.
- La herencia: la hipertensión puede tener un componente genético y ser más frecuente en personas con antecedentes familiares.
- El sexo: los hombres tienen más probabilidades de sufrir tensión arterial que las mujeres.
- El peso: el exceso de peso u obesidad puede elevar la presión arterial al aumentar la resistencia de las arterias y el trabajo del corazón.
- La dieta: el consumo excesivo de sal, alcohol, grasas saturadas o azúcares puede favorecer la hipertensión al alterar el equilibrio de los líquidos y los electrolitos en el organismo.
- El sedentarismo: la falta de actividad física regular puede debilitar el sistema cardiovascular y aumentar la presión arterial.
- El estrés: las situaciones de tensión emocional pueden provocar una elevación transitoria o crónica de la presión arterial al estimular la liberación de hormonas como la adrenalina o el cortisol.
- El tabaquismo: el hábito de fumar puede dañar las paredes de las arterias y reducir su elasticidad, lo que dificulta el flujo sanguíneo y eleva la presión arterial.
¿Qué otras causas originan la hipertensión?
En algunos casos, la tensión arterial puede ser secundaria a otra enfermedad o condición que afecta al sistema renal, endocrino, nervioso o cardiovascular. Algunos ejemplos de estos casos son:
- La insuficiencia renal: cuando los riñones no funcionan correctamente, pueden acumularse líquidos y toxinas en el organismo que elevan la presión arterial.
- El síndrome de Cushing: cuando hay un exceso de cortisol en el organismo, ya sea por un tumor en las glándulas suprarrenales o por un tratamiento con corticoides, se produce una retención de sodio y agua que aumenta la presión arterial.
- El feocromocitoma: cuando hay un tumor en las glándulas suprarrenales que produce catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), se produce una estimulación excesiva del sistema nervioso simpático que eleva la presión arterial.
- La coartación de la aorta: cuando hay una estrechez congénita o adquirida en la aorta, la principal arteria del cuerpo, se produce una obstrucción al flujo sanguíneo que eleva la presión arterial.
- El hiperaldosteronismo: cuando hay un exceso de aldosterona en el organismo, una hormona que regula el equilibrio de sodio y potasio, se produce una retención de sodio y agua que aumenta la presión arterial.
¿Cuáles son los síntomas cuando se sube la presión?
La hipertensión por edad y peso, o por cualquier otra causa, no produce síntomas evidentes hasta que aparecen las conocidas complicaciones de la hipertensión arterial graves.
Por esto, es importante medir la presión arterial periódicamente y acudir al médico si se detectan valores elevados, bien sea para medir, presión arterial media y determinar porque se baja la presión. Algunos síntomas de presión alta que pueden ser preocupantes son los siguientes:
- Dolor de cabeza, especialmente en la nuca o la sien.
- Mareos o vértigos.
- Visión borrosa o destellos luminosos.
- Sangrado nasal.
- Palpitaciones o taquicardia.
- Dificultad para respirar o sensación de ahogo.
- Sudoración excesiva o frío en las extremidades.
- Náuseas o vómitos.
- Confusión o alteración del nivel de conciencia.
Estos síntomas de hipertensión arterial, pueden ser más intensos y frecuentes cuando la presión arterial alcanza valores muy altos, lo que se conoce como crisis hipertensiva. Una crisis hipertensiva puede poner en riesgo la vida del paciente y requerir atención médica urgente.
¿Cuáles son las consecuencias de la hipertensión?
La hipertensión puede causar graves problemas de salud si no se trata a tiempo y de forma adecuada. Algunas consecuencias de la hipertensión son las siguientes:
- Daño en el corazón: la hipertensión puede provocar un engrosamiento y endurecimiento de las paredes de las arterias coronarias, que son las que llevan sangre al corazón. Esto reduce el flujo de sangre y oxígeno al músculo cardíaco, lo que puede causar angina de pecho, infarto de miocardio o insuficiencia cardíaca.
- Daño en el cerebro: la hipertensión puede afectar a las arterias cerebrales, lo que puede provocar un accidente cerebrovascular (isquémico o hemorrágico), una demencia vascular o una encefalopatía hipertensiva. Estas condiciones pueden causar daño cerebral irreversible, pérdida de funciones cognitivas, alteraciones del habla, parálisis o muerte.
- Daño en los riñones: la hipertensión puede dañar los vasos sanguíneos de los riñones, lo que puede provocar una disminución de la capacidad de filtrar la sangre y eliminar los desechos. Esto puede causar una enfermedad renal crónica, que puede requerir diálisis o trasplante renal.
- Daño en los ojos: la hipertensión puede dañar los vasos sanguíneos de la retina, lo que puede provocar una retinopatía hipertensiva. Esta condición puede causar visión borrosa, hemorragias, edema macular o desprendimiento de retina. También puede aumentar el riesgo de glaucoma o cataratas.
- Daño en las arterias: la hipertensión puede provocar un endurecimiento y estrechamiento de las arterias periféricas, lo que puede reducir el flujo de sangre a las extremidades. Esto puede causar una claudicación intermitente, que es un dolor al caminar por falta de oxígeno en los músculos. También puede aumentar el riesgo de aneurismas o trombosis.
¿Cómo se mide la presión arterial?
La presión arterial se mide con un aparato llamado esfigmomanómetro, que consta de un brazalete inflable que se coloca alrededor del brazo y un manómetro que registra los valores de presión.
El médico o el enfermero puede medir la presión arterial de forma manual, auscultando los sonidos del flujo sanguíneo con un estetoscopio, o de forma automática, con un dispositivo electrónico que muestra los valores en una pantalla.
¿Qué no debe hacer una persona con hipertensión?
Para obtener una medida fiable de la presión arterial, se recomienda seguir algunas pautas:
- Evitar el consumo de cafeína, alcohol, tabaco o medicamentos que puedan alterar la presión arterial al menos una hora antes de la medición.
- Reposar al menos cinco minutos antes de la medición, en un ambiente tranquilo y con una temperatura agradable.
- Sentarse cómodamente, con la espalda apoyada y las piernas sin cruzar.
- Colocar el brazalete a la altura del corazón, sobre el brazo desnudo y sin ropa ajustada que lo comprima.
- No hablar ni moverse durante la medición.
- Tomar al menos dos medidas separadas por un minuto y anotar el valor medio.
Además de la medición puntual en la consulta médica, se puede realizar un seguimiento de la presión arterial en el domicilio del paciente o mediante un dispositivo portátil que registra los valores durante 24 horas (monitorización ambulatoria).
Estas técnicas permiten obtener una información más completa y precisa sobre el comportamiento de la presión arterial a lo largo del día y detectar posibles variaciones relacionadas con el sueño, el estrés o la actividad física.
¿Cómo prevenir la hipertensión arterial?
No cabe duda que la hipertensión es una enfermedad que requiere atención médica y seguimiento. Para quienes tengan la presión arterial alta, es importante no desanimarse. Hay muchas formas de controlarla y mejorar la calidad de vida.
Es relevante seguir las recomendaciones de un médico como los expertos de Mejora tu Dolor, de igual forma llevar una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y evitar el estrés.
Así, la persona podrá cuidar su corazón y el saber cómo prevenir la hipertensión, evitar las terribles complicaciones y ahorrarse mucho sufrimiento. Recuerda que si sufre de algunos de los síntomas de la hipertensión o si conoces a alguien que la padezca no dudes en agendar una hora.